(viernes 24 de octubre del 2008)-El piloto británico Lewis Hamilton (McLaren) afronta el Gran Premio de Brasil, último del Mundial de Fórmula uno, con la seguridad de que no necesita ganar para ser campeón (le basta con ser quinto), pero advirte de que eso no le impedirá "estar lo más fuerte posible".Hamilton afirma que su objetivo en Brasil "es ligeramente diferente del de otros grandes premios. No necesito ganar la carrera, pero eso no me impedirá intentar estar lo más fuerte posible, como ocurrió en Shangai, donde no tenía intención de presionar fuerte pero me encontré en cabeza y no tuve problemas para ganar", declara.
El circuito de Interlagos vivirá, el próximo domingo, el desenlace del Mundial en una carrera en la que Hamilton (94 puntos) y el brasileño Felipe Masa (87) se jugarán el título, y McLaren y Ferrari el de constructores.
Le gusta el circuito
Hamilton indica que le gusta mucho el circuito: "Me encanta. Es maravilloso correr en un trazado tan natural. Además, se gira en sentido contrario al de las agujas del reloj, lo cual es un reto adicional para los pilotos", considera.
El británico reconoce que el año pasado había experimentado cambios bruscos de ánimo durante una carrera que al final entrega el título al finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari). "Llegamos a Interlagos con el título en el aire y mis emociones subían y bajaban. Fue una carrera muy emotiva porque sabía que terminaba en un gran éxito o una gran decepción. Las cosas no fueron bien para mí, pero aún así creo que tuve un gran primer año", concluye.
El circuito de Interlagos vivirá, el próximo domingo, el desenlace del Mundial en una carrera en la que Hamilton (94 puntos) y el brasileño Felipe Masa (87) se jugarán el título, y McLaren y Ferrari el de constructores.
Le gusta el circuito
Hamilton indica que le gusta mucho el circuito: "Me encanta. Es maravilloso correr en un trazado tan natural. Además, se gira en sentido contrario al de las agujas del reloj, lo cual es un reto adicional para los pilotos", considera.
El británico reconoce que el año pasado había experimentado cambios bruscos de ánimo durante una carrera que al final entrega el título al finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari). "Llegamos a Interlagos con el título en el aire y mis emociones subían y bajaban. Fue una carrera muy emotiva porque sabía que terminaba en un gran éxito o una gran decepción. Las cosas no fueron bien para mí, pero aún así creo que tuve un gran primer año", concluye.
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