(08/01/09)-La villa de El Nihuil, emplazada a 75 km de la ciudad de San Rafael, es uno de los lugares turísticos más importantes del departamento, sobre todo en esta época del año, cuando suele recibir una importante cantidad de visitantes, tanto del ámbito local, provincial o nacional, atraídos por la posibilidad de disfrutar en las aguas de su inmenso lago, de los deportes náuticos. Pero ayer, el paso de los participantes del Rally Dakar Argentina - Chile, fue el motivo que hizo sobrepasar todas las expectativas que los más experimentados en la materia pudiesen haber imaginado. El entusiasmo de los visitantes fue de tal magnitud que en muchos momentos del día lograba conmover a los mismos periodistas que cubrían las alternativas de la jornada tuerca.A unos 800 metros aproximadamente de la villa estaba prevista la línea de llegada para esta etapa de la dura prueba internacional, pero desde ese punto y a lo largo de unos 8 km antes de la misma, sobre una senda demarcada por cintas rojas y se ubicaron familias enteras perfectamente alineadas detrás de estas vallas colocadas por la organización de la competencia, y perfectamente controladas por efectivos de la Policía provincial. Al mismo tiempo se observaba la presencia de Gendarmería Nacional custodiando los lugares prohibidos al público. Ahí estaban el papá o la mamá con sus hijos, o bien papá y la mamá y otros miembros de la familia que no quisieron perderse la oportunidad de saber de qué se trataba lo del Dakar en la Argentina y nada menos que en San Rafael.
A las 14.30 estaba previsto el arribo de los primeros participantes a la meta, y fue precisamente a esa hora cuando apareció la primera moto. Luego hubo que esperar una buena cantidad de minutos para que hiciera su aparición el resto de los intrépidos protagonistas de esta aventura. El paso de cada piloto dio motivo para que los aplausos brotaran desde los costados premiando a los esforzados deportistas que, en muchos casos, parados sobre los pedalines de los vehículos agradecían el gesto. El tiempo fue pasando, y las miradas se perdían en la lomas y cerros buscando el polvo que en mayor cantidad al producido por las motos, pudiesen levantar los autos que a media tarde ya eran esperados con mucha ansiedad.
El español Carlos Sainz fue el segundo en llegar y la algarabía fue mucho mayor por eso. Pero después de esto nadie se movió del lugar ganado porque esperaban ahora a los poderosos camiones ya que todos deseaban conocer si era posible que esos monstruos pudieran transitar por semejantes lugares. Y ellos llegaron, y al igual que todos los otros participantes, recibieron el espontáneo aplauso por parte de algunos de los presentes, porque los otros tenían la manos ocupadas con teléfonos celulares o máquinas fotográficas con las que querían guardar como bello recuerdo lo vivido en este 7 de enero de 2009.
los andes
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