
El inédito hecho tuvo como protagonista al belga Philippe Depoorter, un belga de 40 años que marcha en la posición 120º.
Tras firmar algunos autógrafos, y Depoorter se dirigió hasta el cajero para hacerse de unos pesos. Cuando salió, la gente se le volvió a abalanzar. Entonces el belga saludó, tomó su moto y rápidamente siguió su curso provocando un delirio y carcajadas entre los presentes.
mdz
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