
A la vista de tanto despropósito, los responsables de Maranello han decidido cortar por la calle del medio, abandonar la tecnología de última generación y apostar por la seguridad de lo tradicional. Desde el GP de Japón de este fin de semana y en las otras dos citas restantes de esta temporada (China y Brasil), Ferrari recupera el sistema manual de la clásica piruleta. Será, por tanto, un mecánico el que levante el disco que indica al piloto que puede arrancar tras el repostaje, evitando así un nuevo fallo en el semáforo.
Stefano Domenicali, el jefe de la escudería, explicó de forma sucinta las razones para tomar tal decisión: "En estos momentos necesitamos la mayor tranquilidad posible y por eso hemos preferido optar por el antiguo sistema". Y es que a estas alturas de temporada, con sólo tres carreras por delante y siete puntos de diferencia entre el líder Hamilton y su candidato Massa, el más mínimo error puede suponer despedirse definitivamente de cualquier opción a la corona mundial.
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