
Gronholm ha sido uno de los pocos hombres capaces de ganar y de poner contra las cuerdas al galo y, aunque lleva año y medio retirado, seguro que intentará hacerlo lo mejor posible en su retorno. Pilotará un Subaru del extinto equipo oficial, pero equipado con amortiguadores Ohlins, una mejora que hará más competitivo al Impreza. Además, se verá beneficiado por su retrasada posición de salida del primer día, ya que la previsión es de tiempo seco, por lo que los que abran pista estarán penalizados al limpiar la gravilla a sus perseguidores.
A pesar de ello, parece difícil que pueda con el cada día más imbatible Loeb, que además fue el ganador de la anterior edición puntuable, pero será interesante ver hasta dónde puede llegar en la clasificación. Un importante reto para los habituales del certamen, sobre todo para sus ex compañeros en Ford (y compatriotas) Hirvonen y Latvala, además de para Dani Sordo.
Después de perder el podio en Chipre frente a Petter Solberg, es de esperar que el cántabro se haya sentido herido en su orgullo y, en una prueba en la que habrá multitud de aficionados españoles (se corre en Faro, muy cerca de la frontera), demuestre lo que vale... por más consignas de terminar y no arriesgar que le den en su equipo. A pesar de la cercanía, tan sólo habrá otro español en el Algarve. Es el navarro Egoi Eder Valdés, que este año seguirá al completo el Mundial de Grupo N.
SPR
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