RALLY ARGENTINO EN MADARIAGAS :ROAD SHOW MARCO MULTITUDINARIO

25-11-2011.-Nuevamente el Paseo del Bicentenario mostró su potencial y fue marco de una multitud que se congregó para observar la exhibición del Mitsubishi Evo X de Marcos Ligato. La avenida Catamarca convertida en un paseo público ofreció su reciente asfalto para uno de los momentos que marca la vida deportiva madariaguense. Y pensar que hace poco nada de eso estaba allí: ni el asfalto, ni el Paseo, y la avenida Buenos Aires era cruzada por una zanja con lámparas incandescentes iluminando cada tanto.
La fiesta que se comenzó a vivir multitudinariamente es el testimonio de una ciudad que ha decidido una manera de vivir comunitariamente. La fuente nuevamente era, con sus luces acariciando el agua y su esperanzador susurro, el epicentro de la alegría, la pincelada más vistosa en el cuadro perfecto. Incluso el monumento al Centenario recobró vida en un espacio tan amplio y pensado para el encuentro, como reza el cartel de inicio.
Así, el caucho sobre el asfalto y el fuerte rugido de los motores del Mitsubishi accionaron para lograr un momento fantástico en la noche madariaguense. Y así,pirueta tras pirueta, se fue dando forma a la velada donde incluso el intendente y el director de Deporte participaron y se subieron automóvil de competición destinado a realizar la demostración de lo que un día después sería la gran fiesta del automovilismo.
Y así, entre derrapes y vueltas se fue dando forma al tour promocional que mostró lo que luego sería la gran fiesta del rally. El Paseo del Bicentenario, estoico e imponente quedó allí, en suspenso, casi esperando. Una multitud cercana a las 10.000 personas fue partícipe de otro de los momentos que ponen un rumbo y son casi una decisión sobre la finalidad de un espacio público que aquí, con la Semana de la Música en el extremo urbano nochero, demostró que llegó a sumarse y no a absorber los espacios culturales de la ciudad.
Largas e interminables filas de personas fueron desmantelando el espectáculo, sin embargo, fue solo una inteligente exposición de lo que vendría, un día después, cuando los motores vuelvan a rugir y el caucho se queme de nuevo sobre el polvo pampeano