
El piloto mendocino está convencido de que puede ir mucho más adelante con la Mitsubishi, y que los problemas mecánicos que tuvo son propios de un rally tan exigente.“Tuvimos un problema mecánico en el kilómetro 20 y perdimos tres horas esperando el camión. A partir de ahí, fue todo muy duro. Había muchos autos parados o enterrados. Fue todo largo, muy largo”, comentó.A partir de ese inconveniente, aseguró que lo único que se le cruzó por la cabeza fue completar la etapa y llegar al vivac para planificar lo que viene. “Estoy muy cansado, pero ya estoy acá”, comentó una vez que arribó a Fimabalá.Además, fuentes allegadas al pilotos aseguraron que también tuvo problemas con la temperatura del combustible. Por este motivo, cada varios kilómetros se veía obligado a detener su marcha.“Fue una etapa muy técnica, muy trabada, con mucho calor; muy difícil. Hubo muchos accidentes y muchos autos de punta tuvieron problemas, como De Villiers o Roma”, relató sobre la tercera etapa.Este martes, partirá hacia Copiapó, para darle forma a la quinta etapa, ya en territorio chileno. “Será una etapa más rápida y más veloz, pero muy larga y con mucho calor. Hay que esperar a ver cómo amanece mañana”.
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