31.01.08-La época dorada de los rallies empieza a formar parte del recuerdo. En sólo diez años, las intensas y apasionates luchas por el título hasta la última carrera entre los Sainz, Kankkunen, Makinen o McRae han quedado atrás, para dejar paso a la hegemonía absoluta e indiscutible del campeón de las últimas cuatro ediciones del Mundial de Rallies, Sébastien Loeb.Con la retirada del finlandés Marcus Grönholm, el campeonato ha perdido mucho más que a uno de los grandes nombres de la competición. La marcha del bicampeón escandinavo ha significado el adiós al único piloto que ha logrado plantar cara al piloto francés en los últimos años.
Ahora Seb se ha quedado sólo, con la suerte de que uno de los pocos pilotos que pueden poner en peligro su hegemonía es su compañero de equipo Dani Sordo, a quien Citroën le ha encomendado explícitamente actuar como escudero fiel de su jefe de filas.El pasado fin de semana, en Montecarlo, Loeb logró la primera victoria de la temporada con una superioridad prácticamente insultante.
Tras el abandono del cántabro por problemas mecánicos en el C4, Mikko Hirvonen, sucesor de Grönholm en Ford, fue el segundo clasificado con más de dos minutos y medio de desventaja respecto al francés. El campeonato no ha hecho más que empezar, pero existe el convencimiento generalizado de que, sin Grönholm en el mundial, el tetracampeón se va a pasear esta temporada, a pesar que desde Citroën intentan introducir emoción asegurando que tanto Hirvonen como su compañero Jari-Matti Latvala son dos pilotos extremadamente rápidos y muy peligrosos.
Desde hace tiempo nadie discute que Sébastien Loeb se ha convertido en el Michael Schumacher de los rallies. Los expertos lo señalan como el mejor piloto de la historia. Sólo Tommi Makinen había conseguido ganar cuatro mundiales consecutivos hasta la fecha, los mismos que ostenta el de Citroën, con la diferencia que el finlandés consiguió su último título a los 35 años, dos más de los que tiene Loeb, por lo que el menudo piloto de ojos azules tiene una oportunidad de oro para marcar otro hito inédito en la historia de los rallies, como ya ha hecho con otros récords como el de número de victorias (37).
Sébastien, que inició su carrera deportiva como gimnasta de elite, debutó en los rallies de la mano de Citroën en 2001, que lo fichó para correr el campeonato francés con un Saxo. Aquel año se llevó la corona francesa Sólo tres años después, consiguió su primer mundial. El final de la leyenda todavía está muy lejano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario