18-01-2012.-El Dakar por fin terminó para Lucio Álvarez y Ronnie Graue. Los mejores argentinos de la historia de la compleja travesía pisaron suelo mendocino pasadas las cuatro de la tarde para poder, al fin, reunirse con sus familias, amigos y afectos, quienes esperaban ansiosos su regreso.Fotos, autógrafos, aplausos, felicitaciones y saludos por doquier. Todo para ellos, quienes aún no logran descifrar la dimensión de lo conseguido, pero sí saben que escribieron su nombre en la historia del Rally. Fueron siete horas de viaje desde Lima hasta su tierra. Y en cada parada se contaba una anécdota, un momento.
"¿Esta difícil para superar lo que hicimos, no?", decía Lucio. "Pero para todos, no solo para nosotros", respondía Ronnie. En todo momento estuvieron juntos, inseparables, como un verdadero equipo. Y esa consolidación fue la que les permitió estar entre los seis, o quizás cinco si Gordon es finalmente excluído, mejores binomios del mundo. No se la creen, esa es la verdad, y por esa razón sueñan con más.
Descendieron del avión y se los notaba apurados, como queriendo estar con la gente que los aguardaba. Pero antes de todo eso tuvo que hacer una parada obligada, porque la prensa local también quería la palabra de los héroes mendocinos. Medios de toda la provincia se acercaron para obtener esa foto tan preciada y preciosa con los trofeos en la mano.
Respondieron de todo y a todos, mientras sus seres queridos los miraban orgullosos desde lejos. "Es hermoso poder estar en la provincia. Teníamos la necesidad de estar con todos ustedes. En Perú no se sintió la real dimensión de nuestro trabajo y por eso queríamos sentir el calor de los nuestros. Ha sido todo muy duro pero aún nos quedan por vivir muchas cosas. Estamos felices de estar acá", comentaron ante las cámaras, y la mirada sorprendida de personas que sin querer se cruzaron con ellos.
Los mejores argentinos de la historia del Dakar son mendocinos, son nuestros, y ya están entre nosotros. Bienvenidos y gracias por todo.
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