
Rautenbach no teme que su adaptación pueda ser lenta y espera demostrar en Azores sus cualidades desde el primer tramo: "Quizá me cueste acostumbrarme a la falta de par de estos coches comparados con el motor turbo de un World Rally Car, pero vengo de la cateogría júnior, con coches de 1600 cc, así que creo que seré capaz de sacar a estos motores todo su rendimiento".
Por supuesto, el futuro del campeonato del mundo, cuyo reglamento adoptará las mecánicas Súper 2000, es un elemento esencial para Conrad Rautenbach a la hora de subirse al Peugeot 207 en Azores: "Estoy muy agradecido a PH Sport por darme esta oportunidad. Este año he seguido con interés los rallys IRC de Moncarlo y Curitiba, y espero aprovechar esta oportunidad de medirme a todos estos chicos".
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