El francés le tomó el testigo a su compañero Jari-Matti Latvala a partir del miércoles, y al igual que le ocurrió al finlandés, también a él le tocó probar en condiciones antitéticas, con agua y barro en la primera jornada de ensayos y un tiempo seco y soleado al día siguiente.
De ese modo, Ogier tuvo la oportunidad de configurar su Volkswagen Polo R WRC para ambos escenarios. Así que sabrá perfectamente qué reglajes debe elegir en el caso de que el rallye se dispute o bien con con buen clima (como las dos veces anteriores que ganó en Portugal), o bajo una tormenta constante, tal como ocurrió en la pasada edición.
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