(29/10/09)-Mientras el fabuloso WRC encendía su maquinaria para mostrarle al mundo desde Gran Bretaña, el brillo del implacable Citroën C4 que con toda la modernidad a su servicio, conducía a Sebastián Loeb por el camino del éxito, para lograr su sexta corona consecutiva. En el interior de nuestra provincia, con un océano de diferencias: entre la máxima expresión del profesionalismo y el más puro amateurismo de nuestro rally, una historia similar se escribía.Es que por los difíciles caminos de la cálida y humilde ciudad de Londres en el departamento Belén, había un binomio que desde el más crudo sacrificio luchaba con las dificultades del rally para llevar al primer peldaño del podio al modelo más emblemático de la marca francesa.
Que a diferencia de la tecnología empleada por Loeb, veía acrecentar su prestigio, gracias a la devoción de la familia Córdoba(foto) para hacer brillar al tradicional 3CV, que a esta altura convirtió a la máquina de los "Chispas", en el ícono del rally de la región. Un ejemplo de vocación, que todos admiran y pocos se animarían a imitar.
Sin las estridencias del título conseguido Loeb con el GP de Gales, los hermano Luis y Omar Córdoba disfrutaban al igual que el gran "Seb", cada cual en su mundo, del inconfundible sabor del éxito, al lograr el título en la clase A en el zonal provincial: "Es un orgullo manejar este auto, siempre lo hacemos con mucho respeto y dedicación, porque es un integrante más de nuestra familia, todos aportamos mucho sacrificio para que esté en cada rally y nosotros estamos agradecidos y orgullosos de tener el honor de manejarlo" comentó el mayor de la dinastía "Chispa", luego de subir al podio para celebrar una nueva consagración, que no fue pomposa como la Loeb, pero cuenta con un valor emotivo incalculable. ¡Salud campeones!
1 comentario:
Hey, Miguel!!!!!
Que buena comparación, los chispas Córdoba se lo merecen llevan el rally en la sangre, y tienen mucha pasión por lo que hacen.
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