30-08-12.-Mikko Hirvonen no ha tenido ni un momento de respiro. Poco después de descorchar el champán desde el tercer peldaño del podio del Rallye de Alemania, a la sombra de la famosa Porta Nigra de Trier, el finlandés, suponemos que en uno de esos viajes suyos tan característicos que difunde este año por la red, se desplazó hasta Gales junto a un destacamento del equipo Citroën para empezar a preparar ya la siguiente cita del Mundial, el Rallye de Gran Bretaña (13-16 de septiembre).
Hirvonen estuvo haciendo tests a primeros de semana con la unidad de tierra del DS3 WRC en uno de esos resbaladizos caminos de barro tan característicos de la campiña galesa, como los que sirvieron de escenario el año pasado para que se jugara el título frente a Sébastien Loeb.
Esta temporada, el finlandés afrontará la prueba británica bastante más relajado. Ya no tendrá que estresarse intentando dar lo mejor de sí mismo en cada curva, como en noviembre de 2011. Ahora, con cubrirle las espaldas al francés, reconvertido en su jefe de filas por uno de esos caprichos que tiene a veces el destino, le valdrá para contentar a sus jefes y ganarse el sueldo
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