(10/05/2011).-Los matrimonios Nissen y Sainz cenaron juntos tras el anuncio de que Volkswagen entrará en el Mundial de rallys en 2013 con el Polo WRC. Allí, junto a las aguas turquesa de la Costa Esmeralda de Cerdeña, Carlos le dijo a su jefe: "Cuando el coche sea ganador me gustaría correr en Grecia, donde conseguí mi primer triunfo. Algo parecido a lo que ya hizo Juha Kankkunen en Finlandia, sólo que si él acabó octavo, yo por lo menos quiero ser sexto".Y es que ésta es una idea que les viene rondando a él y a Luis Moya desde hace tiempo. Aunque ya habían vuelto a competir en el Rally Shalymar con un Porsche clásico, este sería un proyecto mucho más ambicioso. De hecho, en el pasado Rally de Alemania estuvieron hablando del tema con Juha Repo, el copiloto que acompañó a Kankkunen en su retorno para conmemorar su cincuenta cumpleaños, que será la edad que tenga Carlos cuando el Polo comience a competir. Y qué mejor escenario para concretar el sueño que el Rally Acrópolis, donde juntos lograron hace ya más de dos décadas (1990) la primera victoria mundialista del automovilismo español.
Lo que parece claro es que será Sainz el primer piloto que se monte en el Polo WRC cuando esté terminado antes de que finalice el presente año. En Volkswagen conocen sus excepcionales dotes de probador y no van a dejar escapar la oportunidad de aprovecharlas. Pero también tendrá mucho peso en la toma de decisiones, ya que su conocimiento de las gentes y entresijos de la especialidad ayudarán mucho a la marca germana.
Lo que aún sigue en el aire es el regreso al Dakar, aunque fuentes del equipo están convencidas de que retornarán sin el marchamo de formación oficial, pero con todo su poderío. El dinero necesario es un millón de euros, una cifra menor teniendo en cuenta que con ella tienen más que asegurado un cuarto triunfo en la cita más importante de off road. Lo que ya está confirmado es que los pilotos del Dakar compartirán un Scirocco en las 24 Horas de Nurburgring
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