
La inquietud por conocer los detalles en cuanto a la performance de los C4 nacionales llevó a que Loeb se sentara en el auto de Boero y se “midiera” la butaca, interrogando a Carlos Piaggentini, responsable del armado del auto, y a Víctor y Fabián Boscarol, motoristas, por la potencia a lo cual terminó mostrándose sorprendido sobre las bondades del mismo.
Por su parte, Sordó destacó el nivel de construcción con el que cuentan los coches y expresó sus deseos de poder participar –si sus obligaciones con el rally no interfieren- en alguna competencia que se organice del tipo “endurance”.Ambas unidades de C-3, que realizaron también una exhibición por la avenida, utilizando el mismo “circuito” diagramado para los coches de rally, fueron observadas en detenimiento también por miembros del equipo oficial francés, como también por una de las figuras legendarias del TN, como lo es Rubén Daray, quien se coronara campeón de la especialidad hace tres décadas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario