s antes de la salida del Dakar, que esta vez se disputa en Argentina y Chile, que "a estas alturas" de su carrera deportiva, su objetivo no puede ser otro que tratar de ganar.Carlos Sainz explicó: "Yo voy al Dakar con la intención de ganar, como siempre. Pero con humildad y mucho respeto. A estas alturas de mi carrera deportiva sólo puedo aspirar a ganar. No me basta con tratar de buscar un segundo o un tercer puesto. El objetivo tiene que ser ése: tratar de ganar".
Sainz cree que la próxima edición del Dakar, la primera que se disputa fuera de África, será especialmente dura: "La información que tenemos nos dice que será una prueba dura. Nos han pedido que nos preparemos bien. Será una carrera en la que el calor será un factor determinante, mucho más que en África, en donde las altas temperaturas empezaban con la llegada de la carrera a Mauritania. Ahora vamos a ir al desierto de Atacama, el más seco del mundo. Y la altitud también será importante. Según miras el kilometraje, va a ser una carrera a lo bestia".
El madrileño tiene la esperanza de que el rally no sea tan duro como parece a priori: "Puede que la tentación de los organizadores a la hora de trazar el recorrido hay sido aumentar la dureza con la idea de 'se van a enterar'. Pero esperemos que no sea exagerado".
El piloto español agregó que el nuevo Dakar va a ser una prueba "muy completa porque su recorrido tiene de todo", y destacó que todos los equipos y pilotos parten de cero: "Se igualan las fuerzas".
A juicio del bicampeón mundial de rallys, el Dakar Argentina-Chile "va seguir siendo un desafío brutal": "Da igual dónde se dispute. Sigue siendo una prueba dura que exige mucho física y mecánicamente. Es la prueba más dura del mundo. Y creo que yo llego muy bien preparado físicamente".
Carlos Sainz considera que, dada la novedad de la prueba, "cualquier etapa puede ser clave. Y hasta puede que haya que ir cambiando la estrategia a medida que avanza la carrera".
Sainz también se refirió a la actual situación de crisis mundial, "que afecta especialmente al sector de la automoción", y dio las gracias a Volkswagen por hacer el esfuerzo de llevar un equipo de cuatro pilotos al Dakar
Sainz cree que la próxima edición del Dakar, la primera que se disputa fuera de África, será especialmente dura: "La información que tenemos nos dice que será una prueba dura. Nos han pedido que nos preparemos bien. Será una carrera en la que el calor será un factor determinante, mucho más que en África, en donde las altas temperaturas empezaban con la llegada de la carrera a Mauritania. Ahora vamos a ir al desierto de Atacama, el más seco del mundo. Y la altitud también será importante. Según miras el kilometraje, va a ser una carrera a lo bestia".
El madrileño tiene la esperanza de que el rally no sea tan duro como parece a priori: "Puede que la tentación de los organizadores a la hora de trazar el recorrido hay sido aumentar la dureza con la idea de 'se van a enterar'. Pero esperemos que no sea exagerado".
El piloto español agregó que el nuevo Dakar va a ser una prueba "muy completa porque su recorrido tiene de todo", y destacó que todos los equipos y pilotos parten de cero: "Se igualan las fuerzas".
A juicio del bicampeón mundial de rallys, el Dakar Argentina-Chile "va seguir siendo un desafío brutal": "Da igual dónde se dispute. Sigue siendo una prueba dura que exige mucho física y mecánicamente. Es la prueba más dura del mundo. Y creo que yo llego muy bien preparado físicamente".
Carlos Sainz considera que, dada la novedad de la prueba, "cualquier etapa puede ser clave. Y hasta puede que haya que ir cambiando la estrategia a medida que avanza la carrera".
Sainz también se refirió a la actual situación de crisis mundial, "que afecta especialmente al sector de la automoción", y dio las gracias a Volkswagen por hacer el esfuerzo de llevar un equipo de cuatro pilotos al Dakar
SPRA
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