El maquillaje puede disimular imperfecciones, pero nunca la pasión. Eso es lo que demuestra Nancy Carlevaris cuando habla de su deporte favorito. “Amo la adrenalina que siento al subir al auto, es una sensación impresionante”, dice sin titubeos. La temporada que acaba de terminar no será fácil de olvidar para ella. Comenzó a correr en la segunda fecha del Provincial, en Los Nogales, junto a Salomé Rodríguez, con el Fiat 128 A-5S Nº 33. Y lo poco que pudo hacer, bajo la lluvia y en medio del barro, contrastó con su final de año: en la última fecha, por caminos de Lules y El Siambón, terminó tercera. Un detalle: también con lluvia y barro.Durante 2007 fue una de las varias mujeres que se animaron a acelerar en el rally. También lo hicieron Alejandra Navarro y Cinthia Bottcher. Y en la navegación estuvieron, además de Rodríguez, Alejandra Rotondo y Adriana Sánchez.Al hablar de su vida, Nancy la relaciona con el deporte: “siempre fue un rally y debí sortear curvas peligrosas. Pero pude terminar el prime y subirme al podio”.Dice ser buena compañera, amiga y detallista; cualidades que le permitieron insertarse sin problemas en el ámbito de los motores.“Todos son muy buenos conmigo, me aconsejan y se preocupan por mí. Me siento muy cuidada”, revela. Esta “pilota” -como es conocida en el ambiente- admite ser devota de la Virgen María: “en el auto tengo su imagen; antes de largar le pido que me cuide y que me ayude a llegar a la meta, que es el desafío de cada prueba”.En 2000, Nancy vivió sus primeras experiencias detrás del volante. Siete años después pudo darse el gusto de su vida: “debuté gracias a Fernando del Campo; él fue quien me cumplió este sueño“.Con respecto al deporte reconoce: “es de hombres, pero me encantaría participar de una carrera entre mujeres”. Incluso, redobla la apuesta para 2008: “el objetivo es pelear el campeonato; espero que sea un buen año”.
fuente:la caceta
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