(3/1/07)-Sus ojos brillaban de una manera diferente. Si hace un año dejaban entrever la incertidumbre, ayer irradiaban la mirada de las mejores ocasiones. De confianza en sí mismo. Del que se ve con posibilidades de ganar el Dakar. Y, aunque siempre antepone la frase de "con humildad", Carlos Sainz no oculta que este año apuesta a ganador. Tras despedirse de los suyos emocionado, puso rumbo a Lisboa, peaje obligatorio hacia el sueño de África.El escenario era el mismo. Ese Santiago Bernabéu al que el año pasado miraba con ilusión de futuro, y en el que por muy poquito no está mandando en la actualidad. No tardará en tomar el mando de esa plaza. Pero antes debe colocar su bandera en otra más inmediata, el Lago Rosa de Dakar, esa laguna de color rojizo con la que sueñan muchos, pero que está al alcance de muy pocos. ¿Será el primer español en ganar?La fecha ha cambiado. Si el pasado año aún no había tomado las uvas, y lo tuvo que hacer con los suyos lejos de casa, en la bella localidad costera lusa de Portimao, esta vez sí que ha podido disfrutar de las fiestas en familia en su finca de Cebreros. Eso sí, la semana navideña de esquí se le ha vuelto a chafar. ¿Volverá a disfrutarla dentro de un año? Pues es probable que sí, sobre todo si regresa con el triunfo debajo del brazo, es decir, con el objetivo cumplido.Pero ayer pudo disfrutar del buen comer de sus amigos los Oyarbide, ya que Volkswagen le organizó la despedida en ese templo del tenedor que es 'Príncipe de Viana'. Después le desearon suerte el alcalde Alberto Ruiz Gallardón, al que se le ve cada día más motivado con traer la salida del Dakar a Madrid, el presidente de la Federación Española, Carlos Gracia, el anterior director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso y un montón de amigos.
miércoles, enero 03, 2007
DAKAR 2007:SAINZ INICIO LA AVENTURA RODEADO DE SUS AMIGOS
(3/1/07)-Sus ojos brillaban de una manera diferente. Si hace un año dejaban entrever la incertidumbre, ayer irradiaban la mirada de las mejores ocasiones. De confianza en sí mismo. Del que se ve con posibilidades de ganar el Dakar. Y, aunque siempre antepone la frase de "con humildad", Carlos Sainz no oculta que este año apuesta a ganador. Tras despedirse de los suyos emocionado, puso rumbo a Lisboa, peaje obligatorio hacia el sueño de África.El escenario era el mismo. Ese Santiago Bernabéu al que el año pasado miraba con ilusión de futuro, y en el que por muy poquito no está mandando en la actualidad. No tardará en tomar el mando de esa plaza. Pero antes debe colocar su bandera en otra más inmediata, el Lago Rosa de Dakar, esa laguna de color rojizo con la que sueñan muchos, pero que está al alcance de muy pocos. ¿Será el primer español en ganar?La fecha ha cambiado. Si el pasado año aún no había tomado las uvas, y lo tuvo que hacer con los suyos lejos de casa, en la bella localidad costera lusa de Portimao, esta vez sí que ha podido disfrutar de las fiestas en familia en su finca de Cebreros. Eso sí, la semana navideña de esquí se le ha vuelto a chafar. ¿Volverá a disfrutarla dentro de un año? Pues es probable que sí, sobre todo si regresa con el triunfo debajo del brazo, es decir, con el objetivo cumplido.Pero ayer pudo disfrutar del buen comer de sus amigos los Oyarbide, ya que Volkswagen le organizó la despedida en ese templo del tenedor que es 'Príncipe de Viana'. Después le desearon suerte el alcalde Alberto Ruiz Gallardón, al que se le ve cada día más motivado con traer la salida del Dakar a Madrid, el presidente de la Federación Española, Carlos Gracia, el anterior director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso y un montón de amigos.
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