(14/01/07)-La fundación del doctor Mir entregó en el Hospital de la Fraternidad, un centro tutelado por españoles en Mauritania, cientos de medicamentos Nadja Ahmamed tiene el pelo naranja y se abraza a su madre, Ahmira, mientras llama a Orville Baez, un médico venezolano que lleva 18 meses salvando vidas en Chinguetti. Hace unos meses esta niña mauritana nació en el Hospital de la Fraternidad, un centro médico que en España sería modesto, pero que en este país de pobreza y desierto se convierte en un lujo imprescindible.Orville la trajo a este mundo que le hará crecer y, gracias a su trabajo, la niña y su madre están vivas. Ayer Orville, como Alfonso Torres, presidente de la Fundación Chinguetti, María Goñi y Nadia Rosique estaban felices. La Fundación Dakar Solidario liderada e ideada por el doctor Xavier Mir, cirujano del Hospital Vall D' Hebron y la Clínica Dexeus, trajo a este remoto lugar cientos de medicinas, material sanitario y, sobre todo, dos autoclaves (aparato para esterilizar) que se añaden a las tres incubadoras que trajeron hace un año.Goñi es una madrileña de 30 años que estudió Derecho y trabaja en la farmacia del hospital y la murciana Rosique lleva la administración del centro. El hospital nació de un rally Madrid-Nouakchott en el que participó Torres, en ese momento África le hechizó, después volvió y empezaron con unos amigos a construir el hospital que se inauguró en 2004. "Lo más importante de este material no son los medicamentos sino que lo traigan hasta aquí. Sin el Dakar no sería posible. Chinguetti es el lugar de Mauritania de menor mortalidad infantil", explica Alfonso emocionado. Ahora buscan un nuevo médico porque Orville debe volver a España y el hospital debe continuar. Es un sueño de unos locos admirables que salva vidas con la ayuda de la leyenda del Dakar
No hay comentarios.:
Publicar un comentario