(14/07/09)-La formación y progresión como piloto de mundial de Sébastien Ogier(foto) es lo más parecida a las de la vieja escuela. Destellos de calidad, oportunidad de un gran fabricante, golpes y errores de bulto pero de nuevo excelentes resultados derivados de un talento innato... aprendizaje duro en suma que permite al francés avanzar con paso firme para convertirse, más pronto que tarde, en la futura estrella de una marca, Citroën.
Los últimos resultados de Sébastien Ogier (Gap, 17 de diciembre de 1983) no pueden ocultar ya que su trabajo y las oportunidades que va recibiendo van camino de convertirle en una de las grandes promesas de futuro. Lleva sólo disputadas 16 carreras del WRC, 9 de ellas con un Citroën WRC, y ya ha logrado su primer podio, figurando de momento entre los 9 primeros del mundial. Fue Campeón del Mundo Júnior en 2008 y en 2009 ha vencido el Rallye Monte-Carlo del IRC, además de ser 2º contra pronóstico en el Acrópolis. Sus palabras denotan esa interesante mezcla de humildad y seguridad de los futuros campeones...
Sébastien Ogier: “La segunda posición de Grecia fue una bonita recompensa a todos los esfuerzos llevados a cabo esta temporada. Cada vez tengo más experiencia y debo reconocer que he aprendido mucho de las lecciones que me han proporcionado los errores cometidos hasta ahora. Nunca he tenido duda que todo el trabajo desarrollado iba a dar sus frutos tarde o temprano, y que poco a poco irían concretándose mis avances como piloto de WRC: Saber gestionar una carrera, los neumáticos, cosas que sólo se aprenden sobre el terreno, luchando duramente contra rivales a menudo más preparados e indudablemente más experimentados que uno. Pienso que en Grecia, como hice en Monte-Carlo, supe gestionar mi carrera, saber dónde correr y dónde no hacerlo, algo que en ninguno de estos dos rallyes era del todo evidente”.
“Mi primer rally lo hice en abril de 2006, es decir llevo algo más de tres años corriendo, por lo que no cuento con la experiencia suficiente para saber hacer un rally atacando constantemente durante tres días, por eso en Grecia aprendí a gestionar la carrera dependiendo de las dificultades que me iba encontrando. Soy consciente que no tengo nada ganado con la segunda posición del Acrópolis, debo continuar aprendiendo y hacerme un hueco en el WRC. Que el equipo no me meta nada de presión, aunque es lógico que en el ambiente si la haya, es algo muy bueno para mi, me ha ayudado mucho, ahora debo esforzarme para aprender a ir rápido sin fallar en la concentración, a continuar por mi camino en los muchos rallyes que no conozco en absoluto y a coger confianza en mi mismo”.
“El segundo puesto de Grecia, pero también los otros resultados en rallyes y en cronometradas, nos permitirán afrontar los próximos rallyes de una forma más serena. El pasado Rally Polonia era nuevo para todos, hice los reconocimientos el año pasado pero este año me sorprendió lo estrechas que eran las pistas, pero en realidad todos partíamos de cero, una desventaja menos para nosotros. Su recorrido rápido no me sorprendió y aunque tuvimos que retirarnos por la rotura del turbo, estoy contento ya que estaba clasificado entre los cinco primeros, ya vendrán más oportunidades...”.
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